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PRACTICA 10: DISCUSIONES

 


Era una noche de verano, tranquila como ella sola, estaba abriendo el armario, para ver que ropa ponerme si camiseta corta, o tirantes. Como siempre, mi padre que es muy exquisito, dice que vaya "normal". Esa noche, quería ponerme tirantes ya que hacía bastante calor, mi madre me dio el visto bueno ya que a ella le gustaba como iba, pero a mi padre no, el se enfusco y dijo que me tenia que ponerme una camiseta. Yo cabreado, porque no me dejaba ir como quería, me encerré en la habitación y se inicio una discusión entre mis padres. Yo me puso finalmente los tirantes, porque para personalidad no me gana nadie, aunque mi padre esa noche le gustara ni un pelo de como iba.

Estaba viendo la tele en la cocina, cuando mi hijo, bajo al salón donde estaba mi marido, y le vio con los tirantes, él le ordeno que se tenia que cambiar o sino no salía, pero a mi me parecía que según vestía, iba bien y además fresco. Subí a la habitación, para relajar los ánimos y decir que saliera mi hijo así, que tampoco pasaba nada, pero él se enfusco y tuve una discusión, en el cual mi hijo se encerró en la habitación. Finalmente, tras un buen rato, y aunque no le gustó apenas nada, el cedió para que el saliera así. La verdad, que lo pase bastante mal, y me pareció absurdo discutir por eso. Algo más tranquila, volví a la cocina para seguir viendo mi novela.

Como cada noche de verano, estaba en el salón preparado para ver una gran película en Netflix, que ganas tenía, con mi cañita y patatitas. Pero, no todo iba a ser camino de rosas, mi hijo bajó en tirantes, automáticamente, le pregunte que a donde iba con esas pintas, a lo que me respondió que a dar una vuelta. Yo enfadado, le dije que o se cambiaba o que no iba a salir, no me parecía las pintas adecuadas y para mas colmo, viene su madre y dice que si puede salir así, a lo que con una fuerte discusión defendí mi argumento, en el cual yo decía que no iba bien. Finalmente, tras una larga y dura discusión llegamos a un acuerdo, que si seguía así no veía mi película lo que no quitó del todo mi cabreo.

Esta es la historia de muchas familias, cuando el hijo o hija quiere vestirse de una manera en el cual los padres o al menos uno de ellos, no esta de acuerdo con la vestimenta. Metiéndonos en la historia, era una noche de verano, de estas en la cual el calor todavía aprieta. Marco, autor del conflicto hijo de Elena y Cristhian, se prepara para salir con sus amigos, el se pone esta vez algo distinto, un conjunto con tirantes, algo llamativo pero fresco para esa noche. El antes de salir baja al salón donde esta su padre, en cuanto le ve Cristhian se cabrea, y menos mal que estaba viendo la película. Le ordena, que se cambie o que así no sale. Elena, madre de Marco, es más moderna y dice que a ella le parece que va bien y que si puede salir así Se ponen a discutir, pero finalmente Marco sale así por voluntad propia y con un poco de cesión de Cristhia. 

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