La Navidad, periodo en el año en el cual estamos felices y somos más humanos que en ningún otro. Nos reunimos con familiares, amigos, y incluso personas que antes no conocíamos, en grandes comidas, eventos o fiestas. Para mí la navidad tiene su lado bonito pero también su lado contrapuesto.
Desde pequeño, me inculcaron la ilusión de la navidad, como cualquier niño ante la llegada de Papa Noel o los Reyes Magos. El 24 por la noches nos reunimos mis padres, mis abuelos y mis primos. Celebramos junto lo que se llama "nochebuena". Esa noche, la cual apenas dormía esperando ansioso la llegada de Papa Noel tanto que nunca he madrugado tanto como esos días. El días 25 es un día de ilusión, de abrir los regalos, de probarlos y de salir a la calle a disfrutar del ambiente navideño. A parte de que, el 31 es un día de fiesta, nochevieja, se acaba un año para empezar otro. Ese día, en el que los padres te dejan acostarte tarde y en el que se propone cosas para el siguiente año, aunque apenas se cumplen.
Todo es bueno... no todo no. Esta bien acordarse y celebrar juntos la navidad, padres, abuelos, tíos, primos etc. Pero en mí humilde opinión, yo creo que nos deberíamos de acordar de nuestra familia, amigos y cercanos no solo en Navidad sino el resto del año. La vida es corta, como para solo disfrutarlo juntos, durante quince días.
En conclusión, la navidad es muy bonita, tenemos que celebrarla juntos y este año más todavía (respetando las normas), pero nos deberíamos de acordar de nuestra familia el resto del año.
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